viernes, 10 de agosto de 2012

El hijo soldado.

Está despuntando el alba,
me va descubriendo el día,
por este camino que se alarga
y me va a llevar con la madre mía.

Su rostro me despidió con pena,
más dolor que pena, diría,
porque un hijo  se le va a la guerra
y volver...ni yo mismo sabía.

Recuerdo su cara bendita
bañada en lágrimas que me herían,
más que una bala dolían,
más que doler,mordían.

Fuí duro para marchar
tan duro, que la dejé llorando,
y no pude volver atrás
¡no pude consolar su llanto!.

Aguijones de sangre y veneno
con rabia de muerte,he sufrido,
en esta locura sin freno
cubriendo al amigo caído.

No vengo, madre, vencido,
que en mi cuerpo aún queda sangre;
no vengo victorioso, madre,
que el corazón traigo encogido.

Yo quiero ver a mi madre,
este camino me lleva a su vera
y su carita de triste semblante,
se volverá color de azucena.

2 comentarios:

  1. Hola, te encontré aquí, Lunita linda de acuario... ya no tienes el aspecto de duendecilla encantada, pero tienes la misma belleza en los versos. ¿Me dejas seguirte de cerca? Gracias. Un besazo enorme.

    ResponderEliminar
  2. Hola Eratalia!, no tengo el aspecto de hada encantada, pero estoy encantada de verte aquí,amiga!. Gracias por tu compañía, besitos a tutti pleni.

    ResponderEliminar