sábado, 1 de septiembre de 2012

Tres, dos, uno...acción.

Contento me tienes, Gertrudis,
un roto en los patalones,
un siete en los calcetines,
y faltan cuatro botones
en la camisa, ¡jolines!.
Me llevas hecho un mendigo
y así, saldré en los pasquines,
¡yo, siempre tirando a divo,
preciso como un longines!.
Esas telenovelas,
te están sorbiendo el cerebro,
no encuentro ya la manera
que me dediques más tiempo.

Mira, amor, lo que te digo,
si el pantalón no he cosido,
es porque me he dado cuenta
que, cuando cruzas la puerta,
no te vas a la oficina;
pero sí con la vecina.
Hay que ver qué poca idea
que tienes en la cabeza:
cambias el coche de acera
para que no me de cuenta.
Ahí tienes hilo y dedal,
o que te cosa tu diva,
ahí tienes el delantal,
o te guise la comida
y la llave del portal,
la dejas en la encimera
¡que no veo telenovelas!,

Ahora te voy a contar,
para tu información,
lo que miro con atención:
Una cámara digital
coloqué yo, en la escalera,
que enfoca justo a la puerta
de la vecina Manuela.
Y estoy tan entretenida
con tus idas y venidas,
que no necesito más muestra,
ni culebrón ni mentira.
Ya estás cogiendo la puerta,
con prestancia y apremio,
¡ah!... y te llevas un Oscar
¡
porque mereces el premio!.

2 comentarios:

  1. Aunque en su momento ya lo comenté, merece de nuevo mi aplauso y mi gratitud por hacernos reir, aunque el tema sea delicado. no voy a ser yo siempre la bromista.
    Un besico.

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    1. Bueno Eratalia y para qué nos vamos a tomar la vida tan en serio, echándole un poquito de sal y pimienta puede tener más gracia un plato de poco gusto.
      Y bien a gusto que se quedó Gertrudis ea.
      Besicos para tí también, guapa.

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