domingo, 2 de septiembre de 2012

Viajes de ayer y de hoy.



La esposa, el marido, la abuela,
el perro, el canario y tres nietos,
viajan de Madrid a Orihuela,
embutidos en el seiscientos.
A la velocidad de la luz,
-dividida esa cifra entre mil...-
sin airbag, en asientos de escay,
y en cada sentido un carríl.
¡Y llegaban!.
Eran viajes de detalles,
de disfrutar los paisajes,
y meterse por las calles
de los pueblos que cruzasen.
La radio, si es que llevaba,
era de dos botones:
uno, al volumen le daba,
el otro, buscaba emisiones.
¡Y llegaban!.
El maletero delante,
el motor iba detrás,
una paellera el volante,
¡qué bien se podía agarrar!.
Lo malo de este trayecto,
-por poner algún defecto-
es que tardaban un día,
en aquel viaje perfecto
de visitar a la tía.
Hoy, en cambio, los coches,
de gasoil o gasolina,
son un completo derroche,
discotecas ambulantes
con manual de cabina.
Cuatro airbags los rodean,
hay un chino que habla dentro,
y cuando tomas asiento,
-¡qué sensato, qué talento!-,
te recuerda: ¿llevas puesto
el cinturón y las luces,
el espejo? ¿y la maleta?,
¡llevas abierta la puerta!
a cien metros un cruce,
a la derecha una curva,
un radar se deduce...
Y vas tan ensimismado
con tanta tecnología,
que recorres Andalucía
en cero, coma, dos días
¿y qué paisaje has mirado?.




4 comentarios:

  1. Genial, amiga. Me gusta muchísimo cómo escribes, pero cuando sacas a relucir el sentido del humor... es que lo paso pipa leyéndote.
    ¡Y,encima, me entero de todo! :)
    Un abrazo grande.

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    1. Ey Eratalia, jajaja, gracias amiga, si intento escribír muy sofisticadamete...no me entero ni yo jeje, si acaso tengo una vena de poeta, que no una arteria, lo soy de andar por casa nada más.
      Gracias, siempre bienvenida en este rinconcito.
      Besos.

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  2. Genial!! Me hiciste reir que no te imaginas ajjajajaj. Nosotros viajabamos en un Fiat del año 31 ¡Dios!! Había que darle manija delante para arrancarlo jajajja. Igualito a el que usaba Elioth Ness en "Los intocables" Llegabamos a la playa (en ese tiempo vivía lejos) co-ci-na-dos!! Y si que admirabamos el paisaje, ¡se quedaba cada cinco cuadras ajajjajajjaja. Te quiero Duendecito!

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  3. Chica, Lyly, pero si esos coches son de museo jajajaja, que bárbaro, como los relojes de cuerda,no te vayas a enfadar por que me ría, pero es que me ha hecho tanta gracia!,
    Qué baños más merecidos aquellos...pero se recuerda con cariño a que sí?, Mi padre tenía un seiscientos y cuando bajábamos una pendiente muy muy pronunciada que hay aquí, paraba el contacto del coche, decía que había que ahorrar combustible y cuando ya la inercia no daba más de sí, arrancaba, con una cola de cinco o seis coches detrás. Era muy bromista, lo recuerdo con tanto cariño...
    Besos muchos, querida.

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