jueves, 22 de noviembre de 2012

Que alguien me lo diga.

Lo quiero como al aire que respiro,
sin darme cuenta que tan dentro de mí llegara;
me he acostumbrado a nombrarlo entre suspiros,
y entre silencios que para mí, ya son palabras.
 
Y lo he forjado a fuego vivo, candela clara,
razón inquieta, -logaritmos del corazón-,
iluminándome con su presencia cada mañana
y al mismo tiempo, entiendo menos la solución.
 
Que alguien me diga,
-si es que lo sabe-,
¡que alguien me diga!
-por compasión-,
cuál es el códice,
cuál es la clave,
¡cuál es la regla del buen amor!
 
 
 


viernes, 16 de noviembre de 2012

En orden y concierto. ( Cuatro estaciones).

Engástate en la primavera, en su color,
circúndate del aire que trae rosas,
en el revuelo de las aves primorosas
y en este azul que ahora es todo resplandor.
 
 
Sumérgete en la pausa del estío,
¡que entonen las cigarras sus canciones!,
que luzca el sol radiante con su brío,
acérrimo candíl de mil fulgores.
 
 
 
Espira Eolo, ¿qué murmura?,
indómito va abriendo paso entre las hojas
que, danzarinas, le acompañan con mesura,
al tiempo que lo hacen luz y horas.
 
 
Caen plumas de los ángeles dormidos,
y aleluyado por el fuego de la hoguera,
el bosque verde huye en alba piel de armiño,
mas tornará en foresta arpada en primavera.
 
 
 
 
 
 
 
 


miércoles, 14 de noviembre de 2012

A un poeta amigo, Juan Mendiño.


No me llames poeta.

No me llames poeta,
sólo soy una mujer, que a veces,
sangra por los dedos las heridas del corazón.
No, no me llames poeta porque cante al amor,
son los besos que caen de mis labios
dejando en papel  huellas de ilusión.
No lo hagas porque en un anciano vea
a un niño en un hombre mayor,
ni porque vea en el niño un volcán de vida en erupción
y en sus ojos, brillos de luna y sol.
En las aves libertad,
fuerza contenida en el mar,
en la lluvia, campos bebiendo,
o en las montañas, dedos acariciando el cielo,
no lo hagas por que...
cuando me falte la palabra, ¿quién seré?,
cuando me olvide el amor,
o el desencanto me venza
con ello, morirá la poeta.
Y aún viviré yo.
Ahora, déjame volver al amor,
pero no me llames poeta,
 mi poesía..., eres tú.





martes, 13 de noviembre de 2012

Caricias.

 
Hoy os mando una caricia,
entre un beso y una flor,
es mensajera la brisa
y ha de entregárosla el sol.
 
Recogédla en vuestras manos,
sin ninguna condición,
mi corazón, no en vano,
sabe cuál es la razón.
 
Mi caballero galante,
no es difícil querer a vos,
más, teniendo la luna delante
¡cuán lejos estamos los dos!.