jueves, 22 de noviembre de 2012

Que alguien me lo diga.

Lo quiero como al aire que respiro,
sin darme cuenta que tan dentro de mí llegara;
me he acostumbrado a nombrarlo entre suspiros,
y entre silencios que para mí, ya son palabras.
 
Y lo he forjado a fuego vivo, candela clara,
razón inquieta, -logaritmos del corazón-,
iluminándome con su presencia cada mañana
y al mismo tiempo, entiendo menos la solución.
 
Que alguien me diga,
-si es que lo sabe-,
¡que alguien me diga!
-por compasión-,
cuál es el códice,
cuál es la clave,
¡cuál es la regla del buen amor!
 
 
 


2 comentarios:

  1. Amar, después amar, y siempre amar mi querida Maria José!!
    Besos!!!

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  2. Me temo que no existen reglas para el amor,solo dejarse llevar por los sentimientos.Ellos dirán si vamos por el buen camino o por el equivocado,sólo hay que escuchar al corazón.

    Un placer volver por tu blog Mª José.

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