sábado, 2 de marzo de 2013

Llévame contigo al mar. (romance)

Qué puedo hacer si te quiero,
si de tu nombre me acuerdo
cada vez que me despierto.
¡Si olvidarte, ya no puedo,
aunque me cueste el aliento!
 
Te conocí una mañana,
tú venías desde el puerto
yo a la bahía bajaba
y quiso Dios que ese encuentro,
mi vida entera cambiara.
Llevabas la red al hombro,
venías de la almadraba,
para el mar eras un lobo,
para mí, flor delicada,
y al pasar junto a tu lado
y levantar la mirada
tus ojos se me clavaron
lo mismo que dos espadas.
¡Nunca vi el mar tan intenso
como encerrado en tus ojos!
y ese aroma marinero
de salitre, de agua y viento...
Y de la red, una estrella,
fuiste a prender en mi pelo.
Es para tí, mi sirena,
dijiste sin titubeo,
-sin tener culpa la estrella-,
quise esquivar ese gesto
mas, se enredó en mi cabello
y al darme la media vuelta,
mi corazón quedó preso
en una cárcel sin reja.
Las caracolas cantaban
y susurraban melosas
y aquél aire, no era aire,
¡que ahora eran mariposas!
Cada noche, una balada
nos regalaba la Luna,
¡ay amor, la Luna Luna,
la Luna nos la cantaba!
Volviste aquel día a la mar,
-pasión de los marineros-
¡qué te quisiera yo dar!
sólo te daba el pañuelo
que ondea al verte marchar,
¡marino de mis anhelos!.
 
Celosamente guardado,
-solo para mis adentros-
un temblor más que frío, ¡helado!
un miedo de noche oscura
desbarató los cimientos
de mi templanza madura.
Escuché rugír las olas
que rompían contra el puerto,
¡gritaban las caracolas!

yo les pedía silencio.
No habléis así, que estoy sola,
me hacéis temblar como el viento
¡que mi marino está dentro
del barquito que no ha vuelto!.
Me fui hasta la última piedra,
aquella que el mar bañaba,
y el viento me refrenaba,
sacó sus dientes de fiera.
Huyó la Luna esa noche,
los ángeles descansaban
nadie había que velara,
¿por qué? ¡esa noche a mi hombre!
Ya no quiero ver el mar,
ya, no lo quiero escuchar,
quiero alimentar su hambre
con mi cuerpo, ¡naufragar!,
y con su estrella encontrarme,
aquella que fue a colgar
en mi pelo con su nombre.
 
¡Qué puedo hacer si te quiero!,
si de tu nombre me acuerdo
cada vez que me despierto...
Si olvidarte ya no puedo,
¡aunque me cueste el aliento!.
 
 Fondo De La Mar-playa Fotos de archivo - Imagen: 5928733
 
 
 
 
 
 
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2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito,Mª José! Te desenvuelves muy bien en los romances y este me ha parecido excelente.Tiene imágenes preciosas y,al leerlo,hasta se puede escuchar el sonido de las olas...

    Te dejo un abrazo muy marinero,amiga.

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  2. Hola Jero, te estoy muy agradecida por tu visita y tus palabras. Me alegra mucho que te haya gustado.
    Recibe un abrazo salinero, querido amigo.

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