sábado, 16 de marzo de 2013

Tu voz y la mía.

Canto a tu triste voz,
 a la mía,
que por amarnos, amor,
es fría.
Quién sabe qué lucero
brillaría,
aquella noche, ¡qué Luna!
dormía,
que a la par que el cielo
ofrecía...
¡la tierra a nuestros pies abría!
 


2 comentarios:

  1. Es que sobra la voz cuando se ama...
    Rítmicos y encantadores estos versos María José.
    Y la canción,hacía años que no la ecuchaba. Hubo una época en que me gustó mucho...

    Te dejo un abrazo.

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  2. Hola Jero, me alegra que te haya gustado y más tu visita. Si la canción esta te gustaba, seguro que ahora también, las cosas bonitas, bonitas son siempre.
    Muchas gracias amigo.
    Un abrazo grandote.

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