miércoles, 8 de mayo de 2013

La dependienta pesada.

Entró Eulalio, un señor,
en una papelería,
necesitado de un bloc
precisamente aquel día.
Le pide, cortésmente,
un cuaderno a la dependienta
y ella muy diligente,
de momento, así contesta:
¿Lo quiere tamaño folio,
o lo prefiere cuartilla?,
Me da igual, dice Eulalio,
con hojas donde se escriba.
¿Lo quiere con margen al lado,
sin margen, o de dos rayas?
¿lo quiere milimetrado,
o líneas cuadriculadas?.
El hombre empieza a tomar
un rojo color de cara...
Señorita, me da igual,
cualquiera de ellos me basta.
Pero, ¿lo quiere con tapas
de cartón duro o normales?
¿lisas y coloreadas,
o de motivos florales?
¿Le gustaría apaisado
o pequeño, de tipo agenda?
tenemos unos muy majos
que están ahora de oferta.
En esto que viene a entrar
otro señor a la tienda,
bajo el brazo ¿qué iría a llevar,
que escorado allí se adentra?
Señorita, hoy ya vengo
con la última de las muestras;
ayer le enseñé el trasero,
hoy le traigo p´a que entienda
mire...mi váter entero...
quie-ro só-lo un ge-né-ri-co,
quiero eso, sólo quiero...
¡rollo de papel higiénico!.
 
 


2 comentarios:

  1. Jajajajajajaja...¡qué bueno!
    Es cierto que hay dependientas así de pesadas.Dan ganas de dejarlas con la palabra en la boca y salir de escape...jajajaja

    ResponderEliminar
  2. jejeje...dan ganas de pagar por salír de allí verdad que sí? jeje. Gracias Jero, me alegra tu sonrisa.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar