martes, 1 de octubre de 2013

Inaccesible amor.

 
España se me hizo tan grande,
cuánta tierra por medio había,
galopando en corcel, de noche,
sus crines peinaba el día.
Valles anclados, sin nombre,
montañas de cumbre umbría,
bosques de encaje, y guijarros,
de piedra en la serranía.
 
Para encontrar tu mirada
nada me detenía.
 
En las noches buscaba aposento
bajo los robles armados,
y el primer rayo del alba
era tu nombre en mis labios.
Bebía en copa de río,
lavabanme rayos de luna,
mi alimento era el rocío
mis sábanas hilos de bruma.
 
Para encontrar tu mirada
fuerza e ilusión eran una.
 
Y adelante, siempre adelante,
siempre en busca, en pos de un sueño,
de un camino inacabado
a inacabado sendero.
Mas, ¿dónde ha desta tierra fin?
¡cuán errantes dama y montura,
cabalgan aún bajo la luna,
hasta el último confín!
 
 


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