Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Una flecha se ha clavado
en mi pecho, con dolor,
siento el acero que rompe
y me parte el corazón.
Están mis alas quebradas,
mis ojos, ya oscuridad,
y el trino que te llevaba
nunca más escucharás.
Mas, atravieso las rejas
que oprimen tu libertad,
atravieso mi muerte,
soy ave en la eternidad
y esta avecilla que muere,
en otros trinos volverá
a cantarte primaveras
y anunciar tu libertad.
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