El arte de soñar no está sujeto
a ningún tratado ni convenio.
Sueña el niño, sueña el rey,
sueña el poeta,
sueña el ángel con un alma
que lo quiera.
Sueña el barco y el viento
con la vela;
sueña la flor, el hilo
y la cometa.
El mendigo, el luchador,
sueña el asceta;
sueña la media luna
ser completa.
Y todo, todo, todo se construye
si lo sueñas.
Pregúntale a la catedral
¿soñó la piedra?
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