martes, 9 de septiembre de 2014

El simulacro.

Ayer tuvimos un simulacro de incendio en el trabajo. No estábamos avisados de ello, debía ser lo más cercano posible a la realidad, con efecto sorpresa, así que fuimos convocados a razón de una reunión. Las ocho y media de la mañana trajo a toda la plantilla, excepto los que ya estábamos laborando desde las siete. Una de las veces que entro en el almacén me encuentro con dos compañeras, que si bien recuerdo, salían de él cogidas de la mano, le di los buenos días a una de ellas, con la que no me había cruzado todavía y al Supervisor que también estaba allí con cara sonriente. A continuación, vuelven a entrar allí, y una de ellas me dice: hay un incendio.
Ah, ¿hay un incendio?- no sé como me pilló que así contesté-, sí y está en la máquina del cartón; la compactadora del cartón se sitúa dentro del almacén, donde estábamos nosotras y todos los compañeros que a continuación  fueron llegando previo aviso. Allí mismo hay una puerta de salida, de una sola hoja y al lado una puerta amplia que se recoge hacia arriba enrollándose en una cadena que es por donde descargan los camiones la mercancía.
Bien, pues la evacuación era justamente por esa pequeña puerta que además, para llegar a ella hay que pasar por delante del presunto incendio. Me dio la risa y comenté si no era mejor salir por la puerta de emergencia que esta dentro de la tienda, lejos del incendio, que no hay que salir de uno en uno y que además da a la calle. No, dijo mi jefe, por aquí está bien. Quemados salimos jefe, pero no pasa nada, de momento no duele.
El encuentro de todo el personal debía ser bajo un tótem que hay en el parking con el logotipo de la empresa. Una vez reunidos allí, ¡salvados! nos vemos que se dirige hacia nosotros, desde otra puerta de salida que es por donde entramos a trabajar, un compañero que en ese momento había ido al baño y al que nadie había avisado que la tienda estaba en llamas.
Pero lo que más gracia me hizo de todo fue el colofón con el que se cerró el protocolo de actuación  en caso de: el Super dijo que había alucinado con aquella maestría de rescate por parte de la compañera a la que se le pidió el modus operandi, que por favor, ¡un aplauso para ella que lo merece!
Aplaudimos, aplaudí porque estaba mandado pero, por favor, que no se nos queme nada, aunque me reí recordándolo...máxime cuando hay una puerta corredera de metal a modo de cortafuegos que, en caso de incendio en el almacén, se cierra y aísla éste del resto del centro.
Sinceramente un incendio es preocupante y no se si las empresas están obligadas a dar pautas de actuación para ese caso o es algo voluntario de cada cual, pero ya que se ponen, si es necesario, que se rasquen un poquito el bolsillo para que éste tema parta de un profesional,  y no dejarlo a la imaginación personal, aunque una lo haga con toda su buena voluntad.

4 comentarios:

  1. Hola María José

    Gracias por venir a saludarme en el día de mi cumpleaños, estoy emocionada y sorprendida porque después de 8 meses de estar sin contacto han acudido muchos amigos. Yo sabía que estaban allí, como yo que los llevo en el corazón siempre.

    Gracias por el cariño.
    De a poco iré dejando los comentarios abiertos, en la medida que pueda responderles a todos.

    Besos grandes.

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    1. Besos para ti, Lujan, y recordarte que tienes un blog precioso, es como entrar en una estancia romántica y delicada, de serenas tertulias.
      Te deseo buen día.

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  2. Al menos sirvió para pasar un ratillo divertido.Me da que estos simulacros no sirven para mucho,basta saber,como bien dices, donde está la salida de emergencia y, por supuesto,guardar la calma en caso de un incendio real.

    Encantado de volver por tu blog tras unos días de ausencia María José.

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    1. Hola Jero, ¿qué tal el verano? aquí el fuego está fuera, en la calle, un calor....horroroso, y lo peor es que no nos lo quitaremos de encima hasta por lo menos entrados en noviembre, no te digo más. El otro incendio un desastre jajjaja, allí no se habló de clientes ni nada, hala, parecía aquello, dado el escenario y el modo imaginario de actuar, una película de Indiana Jones.
      Gracias por tu visita y me alegra tu vuelta.
      Un abrazo.

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