jueves, 16 de octubre de 2014

Poema ensoñado

 A vos, gentil hombre de versos,
de palabras que se encarnan
en el hondo de mi alma
y en el talle de mis sueños.

A vos, caballero insigne,
a vos os vengo a decir
que no hay otro paladín
al que mi corazón consigne
la custodia de su amor,
vuestra defensa lo crece,
si de frío no perece
sólo es por vuestro calor.

Sabed que en la lejanía,
que entre la noche y el día
entre luna y albor,
se levanta mi razón
sea quimera, sea utopía,
sea tan sólo una ilusión,
qué le importa al alma mía,
le importáis tan sólo vos.

Gentil hombre de versos
vos tenéis mi admiración,
llevadme dentro del pecho
así como os llevo yo.




2 comentarios:

  1. Siempre vais y siempre estáis allí donde deseáis… pues el velo de lo inaccesible se rompe con el afán sembrado en la palabra que entregas, y en tu ser y en su ser se aviva la llama de la dicha.
    Un abrazo Mª José

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias por vuestras hermosas palabras, Dionisio.
    Un abrazo, que tengas un bonito día.

    ResponderEliminar