domingo, 30 de noviembre de 2014

Aunque sólo fueran momentos



Olvidar no me resulta fácil
cuando he sentido con el corazón,
se marcha el tren de los momentos
y el sentimiento permanece en la estación.
Abro la ventana del pasado
dejando que salga mi respiración,
pero regresa, con el aliento fresco
de su presencia,
 ya en otra habitación.
Sé que soy torpe en el olvido,
me cuesta decir adiós,
porque negarme lo sentido
es arrancarle a la tierra una flor.




sábado, 29 de noviembre de 2014

Romance de Abenámar

 
¡Abenámar, Abenamar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
 
Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida;
moro que en tal signo nace
no debe decir mentira.

Allí respondiera el moro,
bien oiréis los que decía:
¡No te la diré, señor,
aunque me cueste la vida!
porque soy hijo de un moro
y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho
mi madre me lo decía:
que mentira no dijese
que era grande villanía;
por tanto, pregunta rey,
que la verdad te diría.
 
-Yo te agradezco, Abenámar,
aquesta tu cortesía.
¿Qué castillos son aquellos?
¡Altos son y relucían!
-El Alhambra eran, señor,
y la otra la Mezquita,
los otros los Alijares,
labrados a maravilla.
 
El moro que los labraba
cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra
otras tantas se perdía
desque los tuvo labrados
el rey le quitó la vida
porque no labre otras tales
al rey de la Andalucía.
 
El otro es Torres Bermejas,
castillo de gran valía;
el otro Generalife,
huerta que par no tenía.
 
Hablara allí el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
-Si tú quisieras, Granada,
contigo me casaría;
dárete en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla.
 
Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mi me tiene
muy grande bien me quería.
Hablara allí el rey don Juan,
estas palabras decía:
-Échenme acá mis lombardas
doña Sancha y doña Elvira;
tiraremos a lo alto,
lo bajo ello se daría.
El combate era tan fuerte
que grande temor ponía.
 
El romance de Abenámar es una composición anónima y destacada del Romancero Viejo.  Se enmarca dentro de los llamados romances fronterizos, a los cuáles se les da ese nombre por estar inspirados en las hazañas de la guerra contra los moros en la frontera de la España Musulmana del siglo XV.
 
 
 
 
 
 
 
 

jueves, 27 de noviembre de 2014

Suspiros que andan sueltos



Suelen pasar cosas raras
cosas sin explicación,
a mi me ocurrió esta mañana
y averigüé su razón:
El día salió muy claro,
alumbraba mucho el sol
sin ser ardientes los rayos
desprendían su calor.
Las aves aleteaban,
jugando de dos en dos,
y un perrito le ladraba
a un vehículo a motor
-mi ventana mira al parque,
árboles son mis vecinos
y todos sus habitantes,
desde la hormiga hasta el tilo-
De repente, y en silencio,
algo fue que se coló
con colores de artificio
dentro de mi habitación.
Yo pensé, será algún duende
o una mariposa aviesa,
un pajarito imprudente
o una abeja muy traviesa,
puede ser una cometa...
y corrí para mirarla,
pero no se estaba quieta
lo que fuera que allí entraba.
El caso es que media casa
me puso patas arriba:
los cuadros, todos doblados,
las lámparas, encendidas,
las cortinas ondeaban
sin hacer aire ninguno
y aquella cosa tan rara,
lo que fue, me lo figuro...
pues sentados en un banco,
al mirar por la ventana,
vi a los dos enamorados;
dulcemente se besaban.
Aquella cosa tan rara
que en mi casa se coló
fue un suspiro de sus bocas
fue el amor, ¡que se escapó!.
Decid si no es alegría
lo que lleva el corazón.




sábado, 15 de noviembre de 2014

"Nanas de la cebolla" Miguel Hernández


 
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
 
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
 
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
 
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
 
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
 
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
 
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
 
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
 
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
 
 
 


viernes, 14 de noviembre de 2014

Al militar.

Hombre seguro y tenaz
que dedicas tu vida y esfuerzo
a que el mundo siga teniendo,
con tu ayuda, control y paz.
En misiones de guerra te encuentras,
en países lejanos y duros,
protegiendo las vidas ajenas
muy lejos allí de los tuyos.
Con estrellas y galones
o soldados nada más,
nos proteges de agresiones
por tierra, aire y mar.

Ingenieros, artilleros,
buzos, médicos y demás,
todos cumplen con esmero
su función profesional;
y aguantas, con valor y entrega
que el destino marque tu suerte
porque estás curtido a piedra
y no temes a la muerte.

Es tu vida, militar,
digna por mi de respeto,
porque estás ahí, para entregar
tu esfuerzo siempre dispuesto.
Sacrificio y esfuerzo,
ese es tu lema,
con orgullo y respeto
a tu patria y bandera.


martes, 11 de noviembre de 2014

Al otro lado de la Luna

Haces que te busque en el silencio,
que interprete las palabras que no dices,
haces que despierte de mi sueño
para saber si es verdad que existes.
Me has hecho adicta al juego
de buscar sin encontrarte,
de escucharte sin que estés,
y sin que estés presente hablarte.

Quédate a mi lado, quiebra los escudos que te blindan,
duérmete en mis manos,
bebe de la copa que mis labios hoy te brindan,
que el tiempo no es muy largo,
que el mundo no es tan grande...
Discúlpame,
es que te hablo, sin ganas de olvidarte.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Otoño


 
Las tardes no son celestes
que son de trigo dorado,
se ve en el reflejo del agua
que el bosque entero ha cambiado.

Hojas que verdes un día
fueron de color pintadas,
ahora se han puesto otra ropa:
un ocre y bruñido pijama.
Las tardes se acortan,
avanza la aurora,
los árboles son los primeros
en percibir esa onda:
Castaños que dan su fruto,
 azahares su cosecha,
 -eran los dientes pequeños
de las naranjas nuevas-
Nueces, cajitas cerradas,
cofres que guardan tesoros,
lo mismo que las avellanas,
se van abriendo, ¡en otoño
su contraseña es hallada!
Brotan por cientos los hongos
y todo en el bosque encaja,
¡están felices los gnomos!

Pronto pronto prenderá
la chimenea y la brasa,
y todo se recogerá
en el calor de la casa.








domingo, 2 de noviembre de 2014

Destemplanza

Hoy me hacía falta un poco de cariño
y todas las farmacias estaban cerradas,
ni una de guardia.
Así que me fui derechita a urgencias.
Póngame algodón, póngame una venda,
le dije al doctor.
Qué le pasa a usted, pregunta el galeno,
¿dónde ésta la herida? yo no la veo.
Tómeme usted el pulso y ahí en mis latidos
verá que no miento: me falta cariño.
Póngame una venda o póngame algodón
o una lamparita que me de calor.