Las tardes no son celestes
que son de trigo dorado,
se ve en el reflejo del agua
que el bosque entero ha cambiado.
Hojas que verdes un día
fueron de color pintadas,
ahora se han puesto otra ropa:
un ocre y bruñido pijama.
Las tardes se acortan,
avanza la aurora,
los árboles son los primeros
en percibir esa onda:
Castaños que dan su fruto,
azahares su cosecha,
-eran los dientes pequeños
de las naranjas nuevas-
Nueces, cajitas cerradas,
cofres que guardan tesoros,
lo mismo que las avellanas,
se van abriendo, ¡en otoño
su contraseña es hallada!
Brotan por cientos los hongos
y todo en el bosque encaja,
¡están felices los gnomos!
Pronto pronto prenderá
la chimenea y la brasa,
y todo se recogerá
en el calor de la casa.
El otoño se funde en su cromático uniforme,
ResponderEliminarla recolección casi está hecha
y seres vivos y naturaleza,
se muestran envueltas en mil sorpresas…
Un abrazo María José
Hola Dionisio, solemos ver, bueno no en general porque cada uno tiene su gusto, pero creo que hay tendencia a sentir el otoño con un algo de nostalgia: la luz del día se acorta, se empiezan a sentir los primeros fríos, los árboles cambian de uniforme como tan graciosamente apuntas...pero a mi me gusta mucho, yo lo veo como un cambio necesario, revitalizante, no soporto un eterno verano ufff tanto calor ya me estaba poniendo de mal humor (así de rara que soy) así que bienvenido el otoño con sus atardeceres de color rosa, los boniatos, las calabazas y las castañas asadas, me gusta el olor que las chimeneas vierten a la calle, el olor de la madera me resulta acogedor y hoy ha llovido aquí así que feliz y contenta.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y bonito comentario.
Un abrazo amigo y feliz otoño.
Siempre he sentido que los que vivimos en lugares donde hay estaciones somos afortunados.La vida sería muy monótona al tener siempre el mismo clima y casi el mismo paisaje,¿no crees?.
ResponderEliminarUn bello canto a este otoño que se estaba haciendo de rogar y que parece que al fin ha llegado.
Un fuerte abrazo María José.
Totalmente de acuerdo contigo Jero, yo no me imagino una Navidad sin frio, sin nieve sí porque no me queda otra, aquí no nieva, pero que cada estación con su decorado lo bonito que es. Gracias querido extremeño por tu visita y comentario.
EliminarUn fuerte abrazo.
El otoño es nostalgia. El otoño es recogimiento... como un muelle que se contrae para saltar con fuerza cuando libre llegue la primavera.
ResponderEliminarHe estado un momento en tu chimenea, calentando mis manos mientras mis ojos se recreaban en tus letras.
Un beso de Juan Mendiño.
La he encendido al escuchar que llegabas. Gracias Juan por tu bonito comentario.
ResponderEliminarUn beso de mi.