viernes, 5 de junio de 2015

Reciprocidad

Cada día, cuidaba de sus plantas con tanto mimo como si de sus hijos se tratara, así, las mantenía vivas.
Cada cierto tiempo, una flor se abría para ella, así, la mantenían viva.

2 comentarios:

  1. Bonito, María José. Con sentido...

    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias Ernesto, me alegra saber que ha sido de tu agrado.
    Buen fin de semana amigo.
    Un abrazo.

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