domingo, 29 de noviembre de 2015

Un momento.

Un momento en el reflejo de tu sonrisa,
en el despertar de tu mirada,
en un suspiro de un minuto en tu día
o en un sueño de tu noche callada,
es suficiente, para saberme en ti abrigada
y comprender que como el cielo y el mar,
el amor, no tiene espalda.

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