miércoles, 28 de enero de 2015

Castril de la Peña (Granada)

Castril de la Peña (Granada)
Un pastor con su rebaño en el llamado, según la leyenda que figuraba en un cartel, Paseo de la voz Dormida.
Río Castril



Castril visto desde el castillo, antigua fortaleza de la época almohade.


martes, 27 de enero de 2015

Amor blanco

El amor se presentó
 en una de sus mil formas,
pudo ser en una flor,
 en el giro de una alondra,
en el carisma del mar
 o en la hierba, presta a alfombra;
en esas cosas, en fin,
 que al corazón le dan forma.
Mas no fue en ninguna de ellas,
 aunque todas las evocan,
fue entre versos que surgió
 zureando esa paloma.
Desplegó sus alas blancas
 recogiéndonos debajo
para hacer nido en sus plumas,
 invitándonos a abrazos.
Nunca tocamos la Luna,
 las palomas vuelan bajo,
fue un amor, que se sintió;
 fue un amor inmaculado.
Y regresó ella, después,
 a su cielo puro y ancho,
y un recuerdo nos dejó,
 blanco y dulce, limpio y claro,
porque blancas son las alas
 que sostienen los abrazos
porque blancos son los versos
 del poeta que he amado.




lunes, 19 de enero de 2015

El último homoliteratus

De los casos raros que puede haber y que los hay quiero destacar a un personajillo que se puede pensar que está fuera de la onda actual, pero no, lo que le ocurre no es otra cosa que ajustarse literalmente al sentido de las palabras. Así le va, es cierto, pero es que ya, desde su inscripción en el registro civil le vino dado, más franco y auténtico dudo que lo haya. Comienzo a relatar.

Justo Ver Dadero era un tipo, como he dicho, literal en toda la expresión de la palabra. Su último negocio fue una peluquería, y lo que empezó con ilusión y buen pie terminó cerrándose a los seis meses. Él asegura que la gente no está adaptada al sentido propio y exacto de la palabra y eso es, ni más ni menos, el culpable de su fracaso. Cuando alguna de sus clientas le pedía que le cortara el pelo escalonado Justo lo hacía al dedillo, para eso se subía en un escalón. Desde allí sólo veía la coronilla de la mujer, estamos de acuerdo, pero por allí empezaba a cortar siendo fiel a la demanda de la señora. Dice que algunas se fueron sin necesidad de volver a usar el peine y encima ¡enfadadas! ¿pero entonces para qué lo piden? se preguntaba.
La manicura francesa, que también la hacía, le era harto difícil pero no se amedrentaba. La noche antes de la cita se la pasaba con el diccionario francés/español y al día siguiente era capaz de contarle en francés todos los chismes habidos y por haber a la clienta mientras le pintaba las uñas.
La cera le daba un poco de escalofríos, pero el cliente, lo que pida, y si quería cera toma cera, para ello la pelu se convertía en un altar, todo lleno de cirios, velas y velones.
Una cosa que le gustaba era el láser, pumba pumba...la música la ponía por su cuenta, cortesía de la casa, decía.
Ingles brasileñas...uh, ahí si que se le iba un pastón. Sí, porque entonces tenía que traerse para acá al primo de Inglaterra y a una amiga de Brasil con lo caros que están los aviones. En fin, que éste ha sido, que se sepa, el negocio menos rentable de la historia.
Ahora afirma, dentro de su línea, que es criado, y no miente, ha vuelto a la protección de sus padres.
Yo digo que de siempre al pan pan y al vino vino, y que tantas palabras nuevas sólo sirven para liarnos, dí que sí Justo.



sábado, 10 de enero de 2015

Para olvidarte

Para olvidarte
he tenido que buscar una estrategia,
sólo tengo que pensar: no eres humano,
eres un sueño, la luz entera de una estrella,
un alma buena, un corazón que me ha rozado.
Para olvidarte
he de invocar a mi memoria
y sustraerle las palabras que me diste,
las caricias que en el viento propagaste
y llegaron tan profundas a vestirme.
Para olvidarte
no debo imaginar que eres un hombre,
de lo contrario, de tus brazos no saldría,
me quedaría eternamente en tu regazo
y separarme de ti ya no podría.
Para olvidarte
tengo que mentirme cada día.

domingo, 4 de enero de 2015

Preámbulo

El cielo azul de la tarde
se ha vestido de grana
y un cortejo de nubes
le acompaña.
A su encuentro, la noche.
La luz por momentos baja
y un cántaro de breve luna
se derrama.
Hay un concierto de grillos,
una danza de luciérnagas;
 las aves buscan la suite
 más alta.
Todo se recoge al calor,
el amor, así madura,
sólo en la naturaleza
no hay censura.
Mis ojos te están llamando,
son, de paloma, las alas.
Abrázame con ternura,
todo está en calma.