miércoles, 4 de mayo de 2016

Poemas de Karmelo C. Iribarren

Poemas de Carmelo C. Iribarren  (1959)




TORMENTA DE VERANO

Están cogidos de la mano
en silencio,
bajo los soportales.

El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.

El padre mira al niño:
es la vida, hijo
-quisiera poder decirle-,
y no ha hecho más que empezar.




RETRATO DEL POETA ADOLESCENTE

Un paquete de tabaco,
un libro de poemas,
cuarenta duros
para tomar unas cervezas...

Poca cosa, es verdad:
pero para mí era suficiente.

Y entonces aparecieron las mujeres.



LAS RESACAS

Las primeras tienen
su cosa, es cierto. Otra vez
con el vaso en la mano
uno se siente a gusto de sentirse
tan mal, de tener ese cuerpo,
de ser al fin el blanco
de miradas y sonrisas (comentarios
jocosos, vacilones), ya sabes,
de sufrir como un hombre.

Luego vienen las otras.

las de siempre, las clásicas,
sin el encanto de la novedad,
las que uno ya conoce en su justa
 medida, aburridas y tercas,
pegajosas, las que apenas
sorprenden, las que una mañana
te avisan que ojo al parche,
pero tú ni te enteras.

Las últimas resacas,

las auténticas, las de verdad,
las que ni risas ni miradas
que valgan, las del vómito
encima, las del asco
y las lágrimas, las del miedo
a vivir y a morir de repente,
las de la más absoluta soledad,

esas, amigo mío, mejor
que no las tengas que pasar.



YA ESTÁ

Ya poseemos
casi todo
lo que nos iba
a hacer felices.
Puede decirse
que lo hemos
conseguido.

Ya está.

Ahora solo
nos queda
comprobar
hasta qué punto
fuimos sinceros
con nosotros
mismos.

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