jueves, 6 de octubre de 2016

Añoranza

A veces siento mi pecho
como un jardín dolorido,
como tierra de barbecho,
sin un árbol, sin un nido,
sin flores que den aroma
sin aves que hagan sonido.

Y dejo que pase el tiempo
pero vuelve sobre si mismo
trayendo en su movimiento
lo que el jardín ha perdido...
vuelve a crecer tu recuerdo
con tu olor que es de buen trigo
y, aunque en la tierra haya nada,
el jardín ha revivido.

A veces, siento mi pecho
como un jardín dolorido.


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