lunes, 24 de abril de 2017

Celebración de la fantasía. -Eduardo Galeano-

Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca de Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, porque la estaba usando en no sé qué aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.
Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pies de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quien una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaban los que pedían un fantasma o un dragón.
Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba más de un metro me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:
-Me lo mandó un tío mío que vive en Lima -dijo.
-Y ¿anda bien? -le pregunté.
-Atrasa un poco -reconoció.

El libro de los abrazos (1989)

sábado, 22 de abril de 2017

Celos

Yo no sé hasta este momento
lo que es la palabra celos
y he conseguido saber
 lo que eso duele por dentro.
Celo es que tu boca cante
mirando para otro lado,
celo es que tus ojitos
no me miren encantados
y celo es que no me quieras
como yo te estoy amando.
Es sentimiento cruel
 el cariño baldío
 porque nace sin saber
que ha nacido perdío.
Yo quiero mirarme en tus ojos
que te mires en los míos
que me quites este invierno
este mal grande, este frío;
que me des ese calor
que tú llevas escondido
y que en tu mano me lleves
como un clavel encendido.


viernes, 14 de abril de 2017

Los besos que no te he dado

Se están muriendo en mi boca
los besos que no te he dado
y mira si son valientes,
si son como toros bravos,
que para alcanzar la muerte
lo están haciendo luchando.
El clavel que hay en la tuya
se los pondré al enterrarlos
porque a la mía, mi niño,
siempre se lo estás negando
y no quiero que se vayan
tristes y desconsolados.
¡A dónde irán sin tu boca?
Eso me estoy preguntando.
Si van al cielo ¡qué gloria!
porque en las noches de luna,
si allá arriba estás mirando,
como no hay frontera alguna
bajarán hasta tus labios.






martes, 11 de abril de 2017

¡Gracias a la vida!

Gracias a la vida es una hermosa canción y  se la dedico a mis hijos Pablo y Laura, el buen amor de mi vida, y doy gracias a la vida por ellos porque ha sido el mejor regalo que he recibido de ella y porque hoy me invade un sentimiento grande y ancho de agradecimiento y alegría por lo que tengo a mi lado, ni quiero ni puedo perdír más, todo lo contrario, siempre tengo que agradecer.

Gracias a la vida que me hado tanto.
Me dio dos luceros que cuando los abro
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado.
Y en las multitudes la mujer -mi madre- que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro.
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados,
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos.
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro al bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.






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miércoles, 5 de abril de 2017

Cuando cae la noche

Cuando cae la noche
barre con invisible velo la luz
y deja los sueños al descubierto.
Duerme, mi vida,
que en un lecho de algodón
rielan los besos
se apresuran los alientos,
se descompone la ausencia
y funden los cuerpos.
No es sólo quererte despierta,
ya te amo en sueños.

Duerme, mi vida,
sueña sin prisa
que yo estoy sujeta
al ancla de tu sonrisa.




domingo, 2 de abril de 2017

Tengo en el corazón

Qué tengo en el corazón
que está llamándote a gritos
qué tengo, por Dios dímelo,
que muero y a la vez resucito.

Tengo heridas y desvelos
y una alegría que cura,
tengo sueños, anhelos,
carámbanos de ternura;
una lucha interminable
de pensamientos opuestos
que te cierran y te abren
los bracitos de mi puerto.

Qué tengo en el corazón
que sólo sabe nombrarte
y en cada suspiro dice
debo olvidarte.

Llévate, llévatelo
y úsalo como bandera
que en él va bordado tu nombre
y está ondeando en mis venas.