miércoles, 28 de junio de 2017

Simplemente diferencias.

Un león y una tigresa caminaban por la selva cuando se encontraron en un claro de la sabana. Se miraron atentamente, era la primera vez que ambos se tropezaban tan de cerca con ese otro de distinta naturaleza. A ella le impresionó su melena, la fuerza que advertía en sus patas, su vívida mirada; a él, fue la gracia de su piel rayada, la delicadeza de su paso, el color de sus ojos. Podían haber seguido cada cual por su camino pero no lo hicieron, decidieron hacerlo juntos, no era tan loca idea, después de todo no eran tan diferentes, los dos eran grandes felinos, ambos cazaban para comer, dormitaban en las horas de máximo calor, defendían su territorio de la misma manera; no eran tan diferentes y podía ser posible esa unión.
Con el tiempo comenzaron a surgir otras diferencias y no es que aparecieran por arte de magia, estaban ahí desde el primer momento pero no las advirtieron lógicamente porque su atención estaba centrada en otros detalles visuales y que complementaban al otro precisamente porque el otro carecía de ellos.
Pero llegó el momento de la convivencia, el león era mucho más sociable que la tigresa, derivaba en la hembra la tarea de la caza mientras él se enfocada en la protección de la manada y su vigilancia. La tigresa no entendía porqué cuando no encontraba presas para comer no se zambullía en el agua en busca de peces como tantas veces ella había hecho, por qué en el clan de los leones no respetaban el descanso de las hembras embarazadas. Eran diferencias sustanciales pero al mismo tiempo eran diferencias naturales.
Así que llegó el momento en que los dos comprendieron que para estar unidos como pareja no era suficiente la atracción, sino que era necesario que hubiera algo más profundo para que, incluso por encima de sus diferencias ,les recordara por qué habían querido quererse.


Resultado de imagen de leon y tigre
Pure Love.

jueves, 1 de junio de 2017

Amor que mueres conmigo

Amor que mueres conmigo
en lo profundo del alma,
quién pudiera, amor,
darte dos alas
que en mi pecho te derramas
como el agüita que corre
cayendo por la cascada.
No desperdicies tu sangre
no te detenga mi calma,
huye amor, deja mi noche
y entra en un pecho de alba.