sábado, 6 de octubre de 2018

A mi abuela, siempre ella.

Volvería a ti una y mil veces
a tu cintura de madre-abuela
a tus manos tan sensibles en la entrega
como fuertes cuando el tiempo lo reclama.
Tu perfume balancea mis recuerdos,
 te aspiro en cada día
y en cada nuevo movimiento.
El espacio está carente de ti,
la casa lo nota, tus flores lo notan
lo advierte la ropa que envuelve tu cama
y el espejo que admira tu planta.
Cuántas palabras buscadas
para el auto-consuelo
pero lo cierto es que la vida
no tiene en cuenta lo que quiero.
Seguir adelante, esa es tu ley
y el triunfo que de ti heredo.