martes, 2 de abril de 2019

Líbrame del amor

Se me clava la tristeza
como una espuela oxidada,
daña; duele; amarga; escuece,
me enferma la piel y el alma.
Cómo cierro yo esa herida,
quién me quita esa navaja,
el crujido de mi carne,
el dolor que no se acaba.
Quítame, madre, el tormento,
nímbame con tu agua clara,
hazme de nuevo en tu vientre
como flor resucitada
y apártame del cariño,
del sentido de nostalgia,
de todas las trampas dulces
que engañan y te desarman.
Del recuerdo que no cesa
de dar portazos al alba,
de tocar la libertad
con las dos manos atadas.

Líbrame del amor.


María José Q.P.

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