viernes, 28 de marzo de 2014

Caracoletes desobedientes. Poema infantil.

 
Un caracol infante vagaba por el camino,
entre las hierbas verdes, por el verde tomillo.
¡Que no llego y es muy tarde!,
van a enfadarse conmigo,
el sol ya, ni pica ni arde,
me duelen la panza y ombligo,
¡qué hambre!
El camino variaba, cuesta abajo se venía,
desde aquel alto miraba por si su casa veía,
a izquierda y derecha rotaba
la antena de sus pupilas,
y la vio,
¡su lechuga morada!.
Con más alegría que paz, con más paz que el gran susto,
de haberse perdido y de dar,
a mamá, un gran disgusto
que la hiciera llorar,
en su casa se metió, -esa que llevaba a cuestas-
cuesta abajo se lanzó y dando vueltas y más vueltas,
rodó.
La familia caracol ya lo esperaba en la puerta,
y el pequeño prometió no salir más de la huerta
sin el brazo de papá, mamá,
su hermano mayor o la abuela.
 
 


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