No miento si digo que volvería de nuevo
al verso criminal que tu tristeza exhala
abanderando noches, volcando estrellas,
cerrando luceros, moviendo el mar.
Frente a tu causa se inmolan mis miedos
y no me refreno en morir por salvar.
Tiro de la Luna, quiero verla baja
para que te alumbre piel y corazón
pero tú, guerrero, vistes la coraza
que repele el celo y alzas tu blasón.
Mírame sincero, háblame suave,
clávame tus besos hasta el corazón
aunque luego y sola y de amor me desangre.
No temas ser causa, es mi petición.