martes, 30 de abril de 2019

lunes, 29 de abril de 2019

¿Quieres escuchar el mar? Poema de Juan Mendiño. Dueto con Ayauh.

Si quieres escuchar el mar
pon tu mano en mi pecho
allí, junto al corazón,
la otra mano en tu boca
allí, donde beso yo,
así escucharás las olas
las que en mi corazón se forman
cuando tu nombre pronuncio
o cuando tu mirar yo veo
…y ahora dime…
¿quieres escuchar el mar? 



Con mi mano en tu pecho y
los dedos en mis labios,
quiero volar y atravesar el cielo,
navegar tus anhelos,
mirarte a los ojos con embeleso,
pronunciar tu nombre en silencio.
Y asi juntos los dos, sin nada más,
quietos, cercanos, en la inmensidad celestial,
responderte enamorada:
Sí, sí quiero escuchar el mar!

Mi niña de pestañas de azúcar. Poema de Duende (César)

Mi niña de pestañas de azúcar,
y risas de caramelo...
tres años de soles que alumbran,
todos mis cielos....

Eres canela en rama, 
en mis días de tristeza...
canción de cuna,
que me adormece con sutileza...

Mi niña me baña en sonrisas,
y en azúl terciopelo...
cada vez que su linda carita,
me atrapa en su espejo...

En mis noches de insomnio,
secuestrar las horas quisiera...
para poder verte crecer,
y mi corazón nunca envejeciera...

Los pétalos del sí y el no,
siempre juegan al azar...
por ti mi niña, lo juego todo al Si,
pués viéndote a ti sonreir...
yo ya soy feliz

Mi nieta regalo de vida,
tesoro del tiempo...
que tiene en mi corazón,
guardados muchos " te quieros "

Soneto 120620131714 -De José Luis Guillerna-

Muy ciego para tierras prometidas
y sordo para cantos de sirena,
no me mata de amor una morena
ni catorce rubitas desvestidas,

ni acepto como faro en nuestras vidas
a míseros rateros que dan pena
y gozan su particular verbena
robando hasta las velas encendidas.

No me contéis milongas, compañeros,
que sé muy bien lo que es la democracia
cuajada con dolor y con esmeros,

y en nada se parece a esta falacia
que sólo nos levanta los dineros
porque viva mejor la aristocracia.

Sobre el amor, el castigo y la muerte. Poema de Miguel Estrada Camblor

Sobre el amor, el castigo y la muerte


Me duelen los deseos, son sueños bretonianos,
me duelen mis diez dedos por falta de tocarte,
me duelen tus dos pechos tan hulírfanos de manos
y duele mi memoria tratando de olvidarte.

Me duele el mes de agosto, pues todo habrá acabado.
Me duelen tus orgasmos pegados a mi ombligo
me duele haber nacido el año equivocado
y duelen mis errores. Y duele mi castigo.

Cuando el dolor me deje, cumplida ya mi pena
Te pensarlí en secreto alguno que otro día
y al verme protegido por una paz serena,
recordarlí por siempre. Un tiempo, fuiste mía.

lunes, 22 de abril de 2019

De alguna manera

Está la luna completa,
la noche ya se ha cerrado,
los campos están dormidos
en su mayúsculo encanto.

Pero la veleta gira.
El viento no da descanso.

Quién mantendrá apuntalada
tu sombra de platería.
Qué camino te acompaña
gozandote cada día.

Las noches me pertenecen,
me caen todas encima
como si hubiera elegido
tenerlas por enemigas.

Le doy mi sol a tus campos.
Con mi soledad fruncida
no espero nuevos naranjos
ni primavera florida.

Sólo renazco intentando
no me duela tu latido,
al adobe de mis muslos
lo derrumba tu quejido.



sábado, 20 de abril de 2019

Pasión

Ámame, dijiste, entrégate como leña al fuego.
Déjate arder. Bailemos en flamas rojas,
respiremos azules destellos
y en amarillas pinceladas deslízate
como hace el sol sobre la cima de las olas.
Y te amé con la pasión del primer beso.
Rompimos las estrellas del firmamento,
cayeron lunas sobre nuestros dedos,
giraron planetas nuevos sobre un laico universo.
Fuimos aroma, piel y tacto para un braille de versos
leídos en el pergamino de nuestros cuerpos.
El amor se hizo forma, se edificó en pasión.
Pasión de dos cuerpos yacentes
entre sábanas de algodón.


jueves, 18 de abril de 2019

Sirena mediterránea. Poema de Ayax.


Sirena Mediterránea

Poemas lanzo cual redes,
bajo las tardes oceánicas,
buscando atrapar en ellos
el delfín azul de tu alma.

Tú espíritu, mar adentro,
con gracia de niña, salta,
mientras llenas de suspiros,
mis sueños...en lontananza.

El véspero desde el cielo
hunde su rostro en el agua,
para mirarte de cerca...
Sirena Mediterránea.

A veces una sonrisa
de los labios se te escapa,
y la brisa marinera
la conduce a mi mirada.

De azul marino, la tarde,
con astros en alborada,
despacio ya se matiza,
en tanto, desde la playa,

lanzando sigo mis versos
con la anhelante esperanza,
de alguna tarde, atrapar...
el pez celeste de tu alma.

martes, 2 de abril de 2019

Líbrame del amor

Se me clava la tristeza
como una espuela oxidada,
daña; duele; amarga; escuece,
me enferma la piel y el alma.
Cómo cierro yo esa herida,
quién me quita esa navaja,
el crujido de mi carne,
el dolor que no se acaba.
Quítame, madre, el tormento,
nímbame con tu agua clara,
hazme de nuevo en tu vientre
como flor resucitada
y apártame del cariño,
del sentido de nostalgia,
de todas las trampas dulces
que engañan y te desarman.
Del recuerdo que no cesa
de dar portazos al alba,
de tocar la libertad
con las dos manos atadas.

Líbrame del amor.


María José Q.P.

De muertes naturales. Poema de Lyliam.

A mi que me disparen un rock and roll al pecho.
Un culatazo al alma mientras suena un bolero
que solo tengo miedo a estar viva y sin sueños.
No me pidas permiso
si vas a usar como arma tu mirada
que debemos morirnos cuerpo a cuerpo
gatillando palabras en la almohada.
Diciéndonos lo mucho que nos hemos querido.
Que hay que morir amando o hay que morir bailando.
De lo más natural, como es debido.

Más allá de ti. Poema de Carmen García.

Más allá de ti no hay vida,
la tierra frena su caminar hambriento
dejando de estar suspendida en ninguna parte…
no hay luceros.

Más allá de ti la nada existe y se hace inmensa,
tan oscura como mi mirada cuando no te veo….
tan triste como mi voz cuando no te habla…
apagada como aura sin un credo.

Porque más allá de ti nada soy y nada tengo;
frio congelado es mi aliento
que no escucha calor ajeno sino es el tuyo.

Mi vida tú y por ti muero…
porque la tierra no se mueve,
ni suspira, ni respira…

Porque mi cuerpo no se estremece
cuando no me acarician los dedos de tu aliento…

Fénix. Soneto de Quinsonnas.


Idéntico a ese fénix de alas yermas
renace mi interior de sus cenizas
sanando a mis heridas más enfermas
con todas las virtudes que enfatizas.

Repuestas de sus males y sus mermas

mis alas otra vez son primerizas
curadas con vapores de unas termas
repletas del amor que exteriorizas.

Comienzo nuevamente un primer vuelo

feliz al descorrer el sutil velo
de todo lo anterior que fue antes tuyo.

Desciendo de los cóndores y albatros

y ardiendo mi linaje en sus teatros
contigo este otro nido reconstruyo.

Este seguir sin ganas. -Poema de Segis-

Este seguir sin ganas, distraído,
como quien pierde en tiempo, gota a gota,
su atlántica existencia y sin sentido,
a la deriva, cuando menos flota;
hace larga la hechura del vestido,
con que evitar la lluvia el alma rota,
cuajo de plumas muertas de Cupido
que o no calientan ya, o no se nota.

Las ciento veces que abrazó la idea
de conspirar el beso en fantasía
a cambio de no hallar junto a su aldea
escombros, otra vez, y boca fría;
fueron la causa innoble, por lo fea
y sola, de olvidar dónde vivía;
si el sol destruye lo que el sueño crea,
la noche, luego, sobreviene al día.

¡Pero… es tan largo el trecho en ciertos casos,
cuando las canas llegan desde el cielo
cansadas de volar sobre fracasos!
Se toma por costumbre hacer del vuelo
un cómodo caer tras de sus pasos;
y tanto llega a ser de poco el celo,
y tanto, cada vez, sus pies, más lasos,
que andar y no, es lo mismo, y cielo y suelo.

Hoy que la lluvia araña la osamenta
con sus puñales fríos, y el sonido
de la memoria gime lo que inventa
desde el momento en que perdió su nido;
es lógico entender que pase lenta
la tarde de quien tiene por cumplido
un paso, un beso, un vuelo, una tormenta
y este seguir sin ganas, distraído.