lunes, 20 de mayo de 2019

Hasta siempre, mi Mono querido

Acabo de ver que ya no estás. Una parte de mí se va contigo.
Os quiero a rabiar, mis queridos amigos, mi querido Monosílabo.
Siempre de por siempre siempre en mi corazón.
Cuidaros mucho, por favor.




viernes, 3 de mayo de 2019

De bosques y brujas. Poema de Landauer.

DE BOSQUES Y BRUJAS

En este día claro,
acaso con un poco de neblina,
escribo sin reparo
-la tarde ya declina-
el cuento que mi mente se imagina.


"En lengua de Galicia
las fragas tienen árboles diversos.
El bosque te acaricia:
Son verdes universos
de robles y castaños muy perversos.


Y en una de estas fragas
la ninfa descansaba sobre un pino,
pendiente de las magas
y brujas del Dañino,
al bosque en aquelarre de camino.


Con gritos y cantares
las dueñas del hechizo van llegando:
Verrugas y lunares,
histéricas bailando,
al Diablo -que es Cabrón- están llamando.


Y beben las pociones
que drogan sus sentidos y sus actos.
Desatan sus pasiones
que sellan con sus pactos
y besos de sus labios putrefactos.


La ninfa está enfadada.
Los árboles del bosque la comprenden
y piensan la celada:
De ramas se desprenden
y todas las malditas se sorprenden.


Las hiedras colaboran
atando a las malignas por las manos.
Las brujas mucho imploran
satánicos arcanos.
Las "meigas" se han cubierto de gusanos.


Celebran la victoria
limpiando los desechos de la fiesta.
El musgo, con euforia,
recubre la floresta:
Belleza de la fraga recompuesta.


Hermosa y orgullosa
la ninfa sigue al bosque custodiando.
Vigila muy celosa
su vida consagrando.
La fraga y su belleza desbordando.


Pero esta fraga existe.
Mandín es su lugar de residencia:
Si alguna vez oíste
de ninfas advertencia,
intenta comportarte con prudencia"

Intocables. Poema de Reina Mora.

Intocables

Ellos, no son de espuma
mas, si se tocan
se deshacen:

entrecruzan sus voces
y de solo fantasear
se deleitan.

Ella se disfraza y lo desnuda
él, la dibuja y se conmueve
ambos se provocan y no ceden.

ellos pueden vibrar
con solo mirarse
se complacen sin penetrarse.

Qué mujer quiere ahuecarse
y no contener
a quien se yergue vigoroso
y la seduce.

Qué hombre deja de ser
por no tocar a esa mujer,
por solo llenarla de frases
sin avanzar, sin apropiarse.

Se regocijan sin invadirse
se verbalizan y simulan
ser impecables por no tocarse.

No son de espuma
mas, si se tocan 
se deshacen.


*****Reina Mora****

Como el trigo sediento -Octavas Italianas- Poema de Antonio -Trovador-

Como el trigo sediento en verano
clama al cielo la lluvia divina,
yo deseo tu cuerpo de ondina;
tu delirio de hermosa mujer.
Mal tortura la mía, lo admito,
calentura del alma que muere
a la espera del beso que quiere
y que nunca ha podido tener.

No contemples mis años pasados,
no te empeñes sumando los surcos;
son productos de tantos amurcos
que la vida me dio sin razón. 
Los embates del toro canalla
que me hicieron perder alegría
cosechando fatal apatía,
y lograron matar la pasión.

¿Qué tendrán nuestros tiempos pasados
que al amor no le pasa facturas
ni renuncian vivir aventuras,
ni aminora sus ansias de amar?
¿Qué veneno nos mete en las venas
que nos hace sentirnos chiquillos
construyendo grandiosos castillos 
aunque sea flotando en la mar?

Tu rostro. Poema de Rolando del Pozo.

Tu rostro de esperas, tus manos apostando ciegas al destino
escriben la sosegada imagen que confundiste con la realidad.

Los espejismos se repiten en los temblores de vaga memoria
y tu sonrisa es el eco de una luna emancipada de tus piernas.

Me pregunto si la dulzura se repite en tu profanada ausencia.
Me pregunto si tu boca es el abrazo inevitable de la nostalgia.

Y me basta tu voz para sostenerme en tus secretos misterios.
Me basta tu cuerpo desatado en callada y pausada existencia.

Sonríen las impalpables noches llenas de vibrantes recuerdos.
Gimen las inconclusas plegarias en suspiros y pulidos futuros.

Y me basta el ayer en el fulgor que te encierra en claridades.
Me basta tu íntimo suspiro que me vuelve a un reverso cielo.

No resistas entonces que me disuelva en tu indeleble mirada.
No resistas que mis ganas sean la llamada pausada al candor.

Rolando del Pozo