No puedo guardar la esencia
de la flor más perfumada,
ni la luz que a mi pupila
en claroscuros dilata.
Ni el sonido de las palabras,
ni la voz de una guitarra,
venga cantando alegre
o llore penas amargas.
No quiero guardar el recuerdo
de tu imagen en mi memoria,
ni aquellas palabras tuyas
que me supieron a gloria.
Ya ves que extraños deseos
confluyen a su albedrío;
lo que quiero guardar, no puedo,
lo que quiero olvidar..., ya es mío.
Que difícil es olvidar cuando el olvido se busca
ResponderEliminarolvidar no se elige y si se escoge no llega
no hay letras en blanco si el recuerdo ofusca.
Juan Mendiño
Lo más difícil es querer olvidar lo bonito, ¿de qué manera?...eso es lo difícil. No creo en el olvido.
ResponderEliminarGracias siempre, Juan.