Tengo una mañana de otoño
vestida de primavera
y un amor que crece lento
y denso, como la hiedra.
Tengo el sonido del mar
de fondo, que me susurra,
y unas alas que me elevan
atravesando toda penumbra.
Tengo el olor de la noche,
de jazmín y hierbabuena,
impregnado entre las sábanas
en las que mi alma te sueña.
Un ramito de violetas
y una cinta de terciopelo,
para que cuando tú vengas,
anudarte junto a mi pecho
y quedar los dos ligados
bajo el color de las lilas.
Tienes mi amor en tus manos,
¿tendré yo el tuyo algún día!
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