Vinieron a darme aviso
a mi puerta esta mañana,
tres golpes repiquetearon
que fueron tres puñaladas.
Dicen que te encontraron
cuando la noche apuntaba,
de la cintura colgado
de otra mujer y a su cara
le regalabas besos
como claveles en llama.
¡Moreno de verde luna,
clavelito deshojado
que por tu piel de aceituna
tenía al cielo olvidado!
Mira que yo te he querido
y tú me vuelves la cara,
y es que tu amor es fingido,
por eso así me lo pagas.
Tres puñales atraviesan
de parte a parte mi alma,
uno el engaño despierta,
otro desgarra mi calma
y el tercero me demuestra,
que mi querer para tí es nada.
Ay, hija... que me has recordado la fuerza del Romancero gitano, de Lorca.
ResponderEliminar¡Qué bien escrito está esto! Me ha encantado.
Un cariñoso abrazo.