tiene niña tu piel,
ni la Luna más clara
hace sombra a tu ser.
De mi vida eres toda
la alegría y la miel,
la frescura, el aroma,
de mi lienzo el pincel.
No hay color sin tus ojos,
con tu boca no hay sed,
la extensión de mis manos
fuiste, vida, al nacer.
Sólo pido que un ángel,
a mi niña mujer,
cuide siempre y la vele,
más que flor es Laurel.
A mi hija Laura, con todo mi amor.
Lindo sentir María José, profundo y hermoso racimo de encantos que han de ser para tu ser siempre el mejor de los regalos de AMOR siempre rebosante.
ResponderEliminarUn abrazo...http://dialtri.blogspot.com.es/
Hola Dionisio, me ha alegrado tu visita. Muchísimas gracias por estas palabras tan bonitas que me dejas.
ResponderEliminarFuerte abrazo amigo.