Hermosa dedicatoria de mi amigo y gran poeta Gerardo Campani.
Un millón de gracias.
ANAS
(a M.Q.)
Tantos poemas, tantos, tan diversos
de todos los poetas que acertaron
tocar mi alma y luego se quedaron
también entre mis versos.
El viejo madrigal de De Cetina,
de mis amores representativo;
el nocturno de Silva, amor prohibido
a un paso de mi esquina.
El soneto a Jesús crucificado,
que es el amor a Dios tal cual lo siento
y el amor cómplice del pensamiento
de un Borges inspirado.
¿Por qué las elegías y las odas
y todos esos cánticos inútiles
siguen poblando mis recuerdos fútiles
si las detesto a todas?
Quizá debiera huir de tanta cáscara
y concentrarme en el carozo mismo
de mi alma, y buscar el paroxismo
oculto tras la máscara.
Ah, la mujer incógnita se oculta
detrás de tantas cosas cotidianas:
la Virgen del rosario y tantas Anas
que ya son turbamulta.
Sólo un poema de un amor cualquiera
me distrae del miedo de la muerte.
Tal vez un día yo también acierte
y escriba mi quimera.
26-02-2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario