¿Vendrás a mí?
El me contestó:
cuando camine el mar.
Arrastra, mar, sobre la tierra,
mil caracolas y sirenas,
mueve tus aguas, proyecta
tu paso sobre la arena.
Oscila, gigante péndulo,
que rujan tus olas,
que me estremezcan,
que ahoguen este silencio
con su marea.
Camina, mar, a mi costado,
mueve tu fondo de estrellas
y cuando El venga a mi lado,
sólo entonces...descansa,
regresa,
regresa,
y vuelve a tu origen con ellas.
Un ruego muy poético a ese mar que nunca está quieto, que siempre nos acompaña en nuestros deseos...
ResponderEliminarAbrazos Mª José
Hola Jero, muchas gracias por tu amable visita y comentario, recibe un fuerte abrazo.
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