Yo quisiera colgarme de tu brazo, ser el eco de tu risa,
cobijarme en tu regazo hasta sonrojar al día.
Bucear en los secretos de tus aguas transparentes,
tomar aire de tus besos y nadar contracorriente.
Y después, qué se me daba, ahogarme con tu recuerdo
en la celda sin ventana de un castillo de silencio,
si colgada de tu brazo, aunque sea sólo un momento,
si en tu fondo de ojos claros ya he sentido el Universo.
Eco de instantes hermosos
ResponderEliminarque aún se siente
y que aún laten
cual si fueran eternos.
Un abrazo
Muchas gracias por dejarme la amable huella de tu paso, Dionisio.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.