La vida no es una jaula
pero nos enjaulan sin que nos demos cuenta.
Te crees libre
hasta que te ponen una anilla en la pata
y entonces, un símbolo o un papel
te hacen ser de alguien.
Volarás y volverás,
si no te condicionas demasiado.
Las aves no gritan por no asustar al nido.
Puede ser
que dentro de la jaula haya un columpio
también que haya un espejo y con suerte un cascabel,
que cantes cada día un canto de esperanza
y des saltitos cortos creyendo que es volar.
La impotencia de las aves nadie la reconoce.
Se automedican.
Algunas cantan por no ir al psiquiatra.
Tratemos de cantar y dejar fluir...estos tiempos de desazón e incertidumbre nos desmoronan.. Beso
ResponderEliminarHola Hanna, tienes toda la razón así que como reza el dicho, a mal tiempo buena cara. Un beso y muchas gracias por tu compañía.
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