martes, 1 de marzo de 2022

A los hijos

 


Quién te puso en las mejillas
tanta tanta suavidad
que me parecen dos rosas,
y de carne hechas están.
Los espejos de las madres
no son como los demás,
no se miran en el río
ni en las lunas de cristal,
nos miramos en los hijos,
velloncitos que, al volar,
cuanto más lejos parecen
más dentro del pecho van.


1 comentario:

  1. Y por aquí otra vez la suavidad. Tus versos me hicieron añorar esas mejillas suaves, velloncitos perfumados. Es tan hermoso ser mamá. Gracias por escribir María José. En un mundo convulsionado por tantas cosas feas tus versos dan paz.

    ResponderEliminar