¿Y si fueses tú ese rayo de esperanza
que me resuena en el alma y me dice hay que seguir?
¿Y si fueses esa estrella que titila
cuando miro nuestro cielo cada noche
y me signas con tu brillo "ante todo hay que seguir"?
Es seguro, en esta tarde de mi alma,
que me empuja tu existencia a dar un poco, un poco más.
Desconozco ese camino que aún me queda por delante
pero si algo sé seguro es que contigo,
cada paso que aún no he dado,
juntas hemos de seguirlo porque nada hay, que yo sepa,
que no exista si ha existido
y tú misma me has creado, y al ser parte de tu vida
por las dos hay que seguir.
Es así nuestra cadena de amorosa descendencia
bien en cuerpo, o en la vibración del alma
hay que seguir.
Gracias por tanto y todo, mamá.
Nuestra canción.