Llegaste a mí con el mediano sol de un mes de octubre,
a pasear sobre la tierra ya labrada de mi era,
fuiste el calor de la tibia llama, que en la lumbre,
dulcifica el ocre otoño que empujó a la primavera.
a pasear sobre la tierra ya labrada de mi era,
fuiste el calor de la tibia llama, que en la lumbre,
dulcifica el ocre otoño que empujó a la primavera.
Y a tu paso, levantóse de la la tierra un brote nuevo,
florecieron en mi corazón diez mil violetas,
y las hojas ya marchitas, se iban yendo,
con tu agua, con tu viento en la vereda.
florecieron en mi corazón diez mil violetas,
y las hojas ya marchitas, se iban yendo,
con tu agua, con tu viento en la vereda.
Y ahora el destino que te trajo hasta mi alma,
viene a apartarte de mi vida, ¡él es el dueño!,
y como viento y como sol, y como agua,
te me vas,¡ amor!, de entre los dedos.
viene a apartarte de mi vida, ¡él es el dueño!,
y como viento y como sol, y como agua,
te me vas,¡ amor!, de entre los dedos.
Una historia triste que al convertirse en poema se vuelve bella nostalgia.El destino nos juega malas pasadas y no podemos hacer nada contra él.
ResponderEliminarAbrazos María José.
PD: En el cuarto verso hay un problema de concordancia,el verbo (levantóse) está en singular y el sujeto (brotes nuevos) en plural.
Lo correcto sería una de estas dos opciones:
"...levantáronse de la tierra brotes nuevos" o
"...levantose de la tierra un brote nuevo"
Se me olvidó decirte que la canción de Rosana es una de mis favoritas y que el vídeo está muy logrado y bien elegido por tu parte para el tema del poema.
ResponderEliminarLa buena música siempre alegra los corazones tristes.
Hoy te doy doblemente las gracias, una es por tu visita y otra por tu atención y corrección sobre ese problema de concordancia. Ahora está en orden y concierto.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Que no falte la música!.