vibra en las noches de julio,
y la Luna se asoma, morena,
a entonar su preludio.
Todo parece que escucha,
la sal, en la brisa se acerca,
los barcos detienen su ruta,
les sigue el compás las palmeras.
Y una masa de voces
va tocando a las puertas
como el sereno que en la noche
lleva paz a tu cancela.
Mi pueblo canta Habaneras
las canta con sentimiento,
de Cuba son las primeras
que se trajo el marinero
en el laúd, que es su barco,
y el corazón, su sirena.
Se trajo amor de contrabando,
sacó del mar la Habanera
y está cantando
nostalgia, amor, ventura y pena.
"Se trajo amor de contrabando..."
ResponderEliminarEsa idea de traer la música en el alma desde otras tierras lejanas y legarla al lugar donde uno ha nacido es hermosa.Demuestra que para el arte y el amor no existen las fronteras de los hombres.
Preciosas las habaneras de tu querida Torrevieja María José.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo contigo Jero, y es que para todo todo lo inmaterial no se han construido fronteras.
ResponderEliminarMuchas gracias Jero, un placer tu compañía.
Un abrazo, ten un buen día.