Y yo, que miro de frente
lo que encuentro en mi camino,
te he de mirar diferente,
que no se note el cariño;
tu eres clavel de otra aurora,
la religión de otro templo,
y yo solamente la autora
de lo que siento por dentro.
Y te miro, sí, distinto,
te miro, disimulando,
sin que te des cuenta niño
de cómo te estoy mirando.
Redondo te ha quedado este poemita que yo diría tiene vocación de madrigal.
ResponderEliminarMi enhorabuena querida amiga.
Te mando un fuerte abrazo hasta tu Torrevieja de brisa marina y habaneras.
Hola Jero, muchas gracias por tu visita y tus agradables palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querido amigo, te deseo feliz verano.